Las matemáticas en la Prehistoria 1ª Parte

La necesidad de contar podemos presumir que va en paralelo al desarrollo de la mente humana; la elaboración de instrumentos líticos, las estrategias de caza, la repartición entre los miembros del grupo de las porciones que tocan a cada uno, puede que respetar un determinado orden de repartición en función del prestigio social (el primero, el segundo, etc...), los ciclos diarios de luz, etc...son aspectos inherentes a la vida cotidiana de los seres humanos, y por lo tanto podemos intuir que llevar una contabilidad básica de las cosas es algo que surge de manera espontánea y natural durante el Paleolítico.

El registro arqueológico paleolítico ha dejado, sin embargo, algunas evidencias de una sistema de contabilidad que podemos considerar un poco más complejo; el prehistoriador o historiador matemático intenta hallar evidencias de este tipo de contabilidad buscando entre las marcas que los seres humanos han dejado de forma intencionada en determinados objetos, ya sean series repetidas de pares o tríos, marcas agrupadas de cinco en cinco, o de diez en diez, etc...es decir, se buscan aquéllas marcas que siguen un determinado patrón.

Sin embargo, hay ocasiones en las que es imposible discernir si algunas marcas simples que han quedado impresas, por ejemplo en los huesos de animales, se deben al resultado casual del  procesado y troceado de la carne con los filos cortantes o si por el contrario son expresiones simbólicas o contables muy básicas. Estos podrían ser los casos de la placa de Kozarnika, o los huesos de Bilzingsleben o Pech d´l Aze.

La flauta neandertal de Divje Babe también implica ciertos conocimientos de matemáticas, máxime después de haber sido demostrada, contra lo que parecía en un principio, su elaboración intencionada.



Tablilla de ocre recuperada en Blombos con motivos geométricos incisos.

Pero obviando todos estos posibles ejemplos que presentan dudas razonables y que serían objeto de distintos puntos de vista y confrontación, los matemáticos consideran muy interesantes las evidencias que presentan aproximadamente 30 marcas,ya que este número coincide con el ciclo del mes lunar (29,5 días) y con el ciclo natural de la menstruación femenina(aproximadamente 28 días), y por lo tanto podemos suponer que las marcas dejadas de forma deliberada podrían ser sistemas para llevar la contabilidad de estos ciclos naturales.

En los próximos posts veremos algunos ejemplos que los expertos consideran las evidencias materiales más antiguas de la existencia de las matemáticas, tomando como fuente el extraordinario artículo de acceso libre "Prehistoria de la matemática y mente moderna: pensamiento matemático y recursividad en Paleolítico franco-cantábrico".









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